Carreteras más bellas de Colombia.
Colombia es uno de los países que más ha crecido en turismo receptivo en los últimos años. Mientras que el turismo internacional crece un 5% en nuestro país se ha incrementado 11.6% .
¡Que Viva el Trópico!
Para los europeos y norteamericanos nuestro territorio tiene enormes ventajas por ser región tropical, con gran riqueza de frutas y por la belleza de montañas agrestes, altivas y desafiantes que abundan en Colombia.
Tres cordilleras son un plus maravilloso para los extranjeros mientras que nosotros a veces las vemos como un impedimento.
Puede ser que para un colombiano carreteras de montaña signifique mareo. Pero para muchos turistas y viajeros son la posibilidad de divisar, respirar aire puro, tener una mirada profunda sobre una amplia zona.
En USA o Europa cuando se viaja por vías planas, la vista es corta, no se ve más allá de unos pocos metros.
En cambio cuando estamos en el filo de una cuchilla o en la cúspide de un cerro, la vista se pierde en el horizonte e incluso se logran panorámicas de 360°.
Cultivos variados como colcha de retazos, casas campesinas, caminos veredales, hondonadas, ríos encañonados y hasta la panorámica del pueblo vecino con la torre de la iglesia destacada, hacen parte de lo que un extranjero poco ha visto y puede disfrutar desde ‘el alto’ de una carretera colombiana.
Carretera Panamericana entre Popayán y Pasto.
La Panamericana es quizá la carretera troncal más importante de Colombia. Porque debería unir las Américas y a Colombia con Panamá, si no existiera el Tapón del Darién, que impide pasar de Turbo a Yaviza.
Increíble que con la tecnología actual abrir ese paso de bosque tropical silvestre, no sea una prioridad para ambos países. Razones ambientales se dan como impedimento, pero me parece que los avances tecnológicos harían menos agresiva esa obra.
Después de ingresar a Colombia, la Carretera Panamericana, sobre todo entre el kilómetro 33 y el 71, vale decir entre Cumbitara y Chachaguí, ofrece hermosos paisajes.
Montañas muy elevadas por estar cerca al Macizo Colombiano de donde se desprenden las tres cordilleras. Abismos profundos, caminos serpenteantes, cerros áridos pero igualmente bellos.
Algunos túneles como el de La LLana permiten sortear un cerro y hacer más recto el camino.
Cerca a Pasto se aprecia muy bien el municipio de Chachaguí y toda esa zona cerca al aeropuerto en donde hay casa-fincas de ensueño.
La pista del campo de aviación Antonio Nariño, uno de los más peligrosos de Colombia, se distingue muy bien hacia el occidente.
Carretera de Girón a Zapatoca en Santander.
Se trata de una vía de incalculable belleza que atraviesa el río Sogamoso, poco antes de la Hidroeléctrica del mismo nombre.
Cuando se comenzó a construir el embalse fue necesario levantar un nuevo puente, más alto y con mejores especificaciones.
El perfil de esta carretera forma una gran ‘V’ para descender desde Girón hasta el embalse de Hidro-Sogamoso y ascender en seguida hasta Zapatoca.
Desde hace años se izó en lo alto de un cerro, la carrocería de un Renault 4 como advertencia para que los conductores que transitan por la vía sean prudentes.
Yo lo tomé como homenaje a ese vehículo tan fino que para la mayoría de los sesentones de hoy fue nuestro primer carro y por poco me inclino de rodillas ante él.
Tramo entre Ibagué y Buenos Aires.
La carretera que une a la capital del Tolima con el corregimiento de Buenos Aires no es una vía muy larga ni transcurre entre montañas, pero sí un sendero bellísimo por la cantidad de árboles que el contratista sembró a ambos lados de la autopista.
No se trata de hileras de una sola planta, sino grupos de árboles jóvenes que crecen a lado y lado de la doble calzada.
En ninguna otra parte de Colombia había visto una floresta tan hermosa resguardando una carretera principal.