Carnaval de Barranquilla 2015
Este sábado 14 de febrero de 2015, la Batalla de Flores, como el suceso más importante del Carnaval de Barranquilla, estuvo multitudinaria y hermosa.
Los únicos que ganaron menos fueron los vendedores de sombreros y agua, quienes no tuvieron tantos clientes porque el sol asistió al desfile, pero de lejitos.
Los que nos volcamos a la vía 40 para admirar las carrozas, comparsas y cumbiambas, gozamos de una tarde fresca y si algo nos bronceó la piel, fue la brisa fuerte que sopló al final de la jornada.
Pero también se vieron por allí semblanzas de Michel Jackson, Diomédez Díaz y Cantinflas. Y por supuesto que no faltó la alusión al tema de moda: el chikunguña, asociado a la imagen de la muerte.
Hasta las 2:40 no arrancó el desfile, a decir de la gente, porque aún no había llegado el Presidente Santos.
La alegría de los participantes fue contagiosa: desde las graderías y los palcos, la gente aplaudió las
comparsas y vitoreó a las reinas y modelos, que ocupaban sitio de privilegio en lo alto de las carrozas.
Este año hubo más de esas instalaciones, todas muy coloridas y algunas monumentales.
Algunos artistas de renombre también entonaban sus canciones, desde los carros bellamente decorados y patrocinados por las empresas que cada año se vinculan al Carnaval de Barranquilla.
Eddy Herrera fue uno de los artistas más aplaudidos, cuando pasó frente al palco cantando su melodía ‘Ajena’. ¿Quién no la bailaba, entonada precisamente por su intérprete? También fueron muy solicitados los autógrafos de Marbelle y algún otro reggetonero de actualidad.
Uno de los disfraces que se robó el show, fue el del Papa Francisco, con su sotana blanca y zapatos negros.
Todos querían tomarse fotos a su lado, como si fuera en realidad, el personaje más reconocido hoy, en todo el mundo.
La secuencia de marimondas, toritos, congos, burritos y monocucos, parecía no tener fin.
Fue esta una fiesta espectacular, es admirable como todo el pueblo barranquillero se vuelca a las calles para ver la Batalla de Flores, y de qué manera los grupos asisten al Carnaval después de pasar semanas preparando, no solo los atuendos de colores brillantes, sino las danzas y el desfile.
A pesar del gentío que asistió al evento, el regreso a la casa se hizo fácil, ya que ‘curramba’ es una ciudad muy expandida: se recorren grandes distancias, pero el traslado dentro de la ciudad se hace fácil y de manera ágil, al menos para quienes utilizamos la vía circunvalar.
Y otra cosa que me ha impresionado en Barranquilla, fuera el crecimiento y pujanza de la capital, es la honestidad de los costeños. Se nota al entregar las vueltas o cobrar una carrera.
Los curramberos son gente muy correcta por lo que la Puerta de Oro de Colombia es también una ciudad en la que el visitante se siente bastante seguro.
