Caicedonia (Valle del Cauca).
Miércoles 20 de noviembre de 2013
Al medio día salí de Sevilla hacia Caicedonia, dos pueblos que hacen parte del Paisaje Cultural Cafetero.
Al principio de la ruta se suben unos dos kilómetros, para luego iniciar el descenso continuo hacia el plano donde se divisa a lo lejos, la ciudad de Armenia.
Caicedonia no se observa, sino cuando se está en las calles del pueblo. Este es un municipio del norte del Valle del Cauca más bien reciente, con vocación no tanto azucarera, sino cafetera.
También hay artesanos que se dedican a elaborar muebles y elementos en guadua y en fibra de plátano.
Abundan por acá las matas de plátano cuyabro, árboles de variados ramajes, guaduales frescos, murallas vivas a manera de cercos y, por supuesto, los cafetales típicos de la región.
El bus me dejó cerca de la plaza de mercado, en donde dejé mi morral al cuidado de una señora que tiene un puesto de ventas.
‘Cómo se te ocurre dejarlo con una señora que acabás de conocer’,
me regañaría mi primo. Pero qué va, por acá casi toda la gente es querida y honrada.
Caicedonia tiene dos parques. El más bonito es el de las Palmas o de Los Fundadores, que no es el del centro, sino el que está cerca de la galería.
Qué belleza de palmeras airosas, encumbradas y elegantes. Contra el cielo azul de pocas nubes, los copos crespos se ven preciosos.
La mayoría son palmas de cera, el árbol nacional, pero hay otra especie llamada Cuesco, que según me dicen, es originaria de Caicedonia.
En la Panadería El Nevado, me esperaba una porción de cuajada con torta de piña acabada de hornear. Muy ricas. A solo $800, lo que me hace pensar que en Caicedonia la vida es económica.
Disfruto mucho los pueblos cafeteros. Me encanta tomar tinto en bares emblemáticos o ver jugar billar a pensionados canosos.
Pensé pernoctar acá, y estuve averiguando por hospedajes, pero al fin decidí seguir hacia Pijao y amanecer en un municipio quindiano.
Le pregunto algo a un señor y el hombre resultó bien amable. Me invitó a comer uno de los conos sin leche, que venden en el parque principal. De rica crema rosada, estaba delicioso.
Mi amigo tiene un campero Land Rover y una finca cerca, donde cultiva noni.
Como que le caí bien, porque me invitó a pasar la noche en su finca, donde vive con la esposa, una mujer joven que espera bebé para diciembre.
Le agradecí la deferencia al hombre y bajé a reclamar el morral en la galería, de paso por el Club Recreacional, con piscina, sendero ecológico y campos verdes, a la salida del pueblo.
Entiendo que ese centro lo administra el municipio y hoy han venido varios estudiantes a alguna actividad.
En Caicedonia se conservan algunas construcciones tradicionales con puertas y ventanas coloridas o fachadas de buen gusto.
A la salida para el Quindío se pasa por el Hospital Santander, que visitaba yo en mis tiempos de trabajo con un laboratorio suizo.
Allí hay un monumento al ‘Jeepao’, el conocido transporte de la región.
Al frente de la galería tomé la buseta hacia Rio Verde, donde esperaré transporte para Pijao.
En la buseta conocí a Gloria Ospina, una pintora de desnudos, que reside en Caicedonia.
Por las dos fotos que me mostró, la mujer pinta bastante bien.
La alcaldesa de Caicedonia hasta el 2019 es la señora Claudia Marcela González Hurtado.
Acá viven en total 30.000 caicedonenses, 24 mil en el pueblo y solo seis mil en los campos.
Soy Colombiano, oriundo de Buenaventura.pero ya hace mas de treinta anos que sali de Colombia a vivir en Norte America, ya estoy pensionado y deso conocer mas de mi pais, ya que sali muy joven de el y, pues ahora que dispongo de tiempo y, libertad.pues me gustaria viajar por los municipios del Valle y mas….pues me llamo la atencion, Caicedonia. ya que le estan hacienda mucho commercial turistico..asi que a mi regreso a Colombia en el mes de Julio, me gustaria vicitar dicho luegar..
Claro, bienvenido a tu tierra. Puedes buscar en el blog por Valle del Cauca para que veas los pueblos de ese departamento que he publicado. Saludos.