Cabrera (Cundinamarca).

Domingo 28 de marzo de 2016

Cabrera es un municipio de la provincia del Sumapaz, ubicado en el extremo sur del departamento de Cundinamarca, ya en límites con el Tolima.

Desde Bogotá hasta Cabrera hay 150 kilómetros.

A las 12:30 del día abordé una buseta Nissan en la que viajé de co-piloto. Son solo 17 kilómetros entre Venecia y Cabrera, para 30 minutos de recorrido.

Pasamos por Aposentos, un poblado con capilla y casas casi todas iguales. Es un corregimiento de Venecia.

Subimos hasta el Alto de Monos y luego vino el descenso hasta Cabrera.

Más adelante se ve una hermosa caída de agua de tres cuerpos y allá abajo el río Sumapaz que transcurre por entre rocas muy bellas.

Este pueblo de Cundinamarca es famoso por los quesos que allí elaboran.

Acá la plaza sí es más bien plana. Casi todas la viviendas tienen fachadas pintadas de color rojo y amarillo.

Después de fotografiar el templo y la alcaldía, subí a pie hasta el primer  puente metálico que está cerca al colegio con instalaciones modernas.

Luego contraté una moto taxi que me llevó hasta el otro puente de la entrada, que atraviesa la quebrada Santa Rita.

Cabrera queda como dentro de un hueco, pero los paisajes desde la carretera son muy bellos. Árboles, rocas y el río

Sumapaz que corre abajo por entre grandes peñascos.

Cabrera es considerado la ‘Capital del Sumapaz’.

En estas tierras nacieron las Farc luego que el 27 de mayo de 1.964 el entonces presidente Guillermo León Valencia ordenara una ofensiva militar contra la insurgencia campesina que luchaban por la tenencia de la tierra.

Ante la presencia del ejército, muchos de esos campesinos levantados en armas, se refugiaron en esta zona sumapaceña.

Ahora Cabrera es considerado ‘Cuna de la Paz’, y empieza a promover el turismo de naturaleza hacia los muchos atractivos que tiene el municipio: cascadas, jeroglíficos, cavernas, lagunas y el más importante: la Reserva Natural del Sumapaz, el páramo más grande del mundo.

En algún momento el conductor se bajó para rehidratarse en un chorro que, bien sea en verano o en tiempo de lluvias, siempre vierte la misma cantidad de líquido,  nunca se seca y emite agua fresca y pura, según me cuentan los pasajeros.

Por ese motivo le tienen agüero, el chofer vacia el líquido en un frasco para llevarlo a su casa. Pa’ que vea…

Yo aproveché para refrescarme el rostro con ese líquido ‘prodigioso’, al tiempo que alguien me fotografió tan contento.

El alcalde de Cabrera hasta el 2019 es el señor Carlos Cárdenas Muñoz.

Acá viven en total 4.500 cabrerunos, mil en el pueblo y los restantes 3.500 en el campo.