Beteitiva (Boyacá).
Domingo 26 de marzo de 2017
Al nor-oriente de Tunja se encuentra este municipio boyacense con apenas cuatrocientos habitantes en el casco urbano.
Beteitiva tiene aspecto moderno pero con edificaciones de arquitectura colonial bien conservadas.
Historia de amor.
Cuenta la leyenda que el cacique Betancí se enamoró de la hija del jefe Sugamuxi, pero ella no sintió nada por él.
Entonces el cacique muy triste se vino para esta zona y fundó a Beteitiva a orillas del río Chicamocha. Buena solución para un gran despecho.
Una mujer divina.
En el bus en el que viajo desde Tasco, viene una mujer hermosa: una carajita como de año y medio, con ojos grandes y negros y una sonrisa de boca abierta, angelical.
Cuando se ríe me enseña esa boca y lengua nadando en babas, lo más de tierna. Tiene ocho dientes, es muy linda.
Pocas oportunidades.
Durante el vaije conversé con un profesor del colegio, acerca de temas educativos. Me cuenta que hace 20 años había en Beteitiva 180 alumnos y ahora escasamente se matriculan 70.
De los 15 bachilleres que salen cada año, solo a tres les gusta trabajar el agro; el resto se van en busca de la ciudad y los sistemas.
Lo grave es que tanta tecnología y facilismo, como que les quita la capacidad de asombro.
Todo en el centro.
Beteitiva queda en un alto y sobre una falda bastante inclinada, pero es un pueblo muy bien cuidado, con un parque bello, lleno de rosas y flores amarillas de las grandes.
Todo lo digno de ver se encuentra en el centro del poblado.
Me encantó el edificio de la alcaldía, de estilo moderno y vista armoniosa. Ahí estaba parqueado otro de mis amores: un bello Renault 4.
Además de la iglesia, sencilla por fuera y con decorados ostentosos por dentro, se observa a un lado una capilla de estilo colonial en honor de Santa Rita, patrona del pueblo.
El altar central de la iglesia tiene al respaldo un retablo forrado en laminilla dorada, y en el centro, la imagen de la patrona, un lienzo al óleo seguramente con muchos años.
Cuando ingresé al templo estaban en misa. Me cuentan que el Padre John Jairo es tan carismático que atrae a su celebración, a fieles de otros pueblos vecinos.
Una tarima con carpa blanca se utiliza para los eventos oficiales. Beteitiva tiene tan pocos habitantes que todos cabrían en ese espacio.
El único restaurante abierto hoy ya acabó con todo; cinco turistas que llegaron también en búsqueda de almuerzo, se tuvieron que ir sin comer.
Sin embargo, como para una sola persona es más fácil, esperé hasta cuando me prepararon huevos que sirvieron con sopa, ensalada y demás.
En Beteitiva cabe destacar además sus calles con piso de ladrillo y todas las aceras parejas y en el mismo material.
Parece que la administración anterior hizo las cosas bien.
Cascada de Chorros blancos.
De la página de la alcaldía de Beteitiva saqué la foto de ‘Chorros Blancos’, una cascada de varios niveles que vale la pena visitar en los alrededores del pueblo.
El alcalde de Beteitiva hasta el 2019 es el señor Luis Enrique Gil Vargas.
Acá viven en total 2.500 beteitivas, 400 en el pueblo y 2.100 en las veredas.
