Arjona (Bolívar)
Sábado 1 de Mayo de 2010:
Anoche dormí en San Juan Nepomuceno, otro municipio al sur de Cartagena. De un momento a otro decidí salir para Arjona, en vista que ya conocí lo interesante de San Juan.
Empaqué en quince minutos y salí con el morral a la espalda, a coger una moto que, por mil pesos me dejó en ‘la bomba’, sobre la troncal, donde paran casi todos los transportes. Allí me esperaba una buseta de Torcoroma, que va para Barranquilla. Por seis mil pesos arreglé mi traslado hasta Arjona. Y que cosa: el puesto de copiloto era casi el único que estaba disponible, así que a disfrutar del paisaje, a través del amplio parabrisas.
El día está de lo mejor, un sol radiante hace ver todo de maravilla. Qué delicia de viaje de una hora, con todo el panorama a disposición. La vegetación está bellísima pues por acá ha caído bastante agua en los últimos días.
Todo me ha salido al derecho, las oportunidades, sencillas pero agradables, se han aparecido sin buscarlas. En este viaje he conocido bastante y disfrutado al máximo, de los pueblos del sur de Bolívar que he visitado. ¡Gracias Dios mío!
A la una de la tarde tomé una moto taxi que, por mil pesos, me arrimó a la plaza arjonera. Gracias a la moto Bajaj me libré de caminar las ocho cuadras que hay desde la troncal hasta el centro del pueblo.
En un extremo del parque está, sobre un pedestal, la escultura de don Antonio de la Torre y Miranda, fundador de Arjona. Ahí permanece el español con su camisa safari, espada y bastón en cada brazo, muy bien plantado el hombre.
La iglesia principal es un templo de dos torres muy altas, que se aprecian imponentes, casi desde la carretera troncal. Lástima que hasta las cinco de la tarde no abren las puertas del templo, así que me perderé ‘las tres gracias’ por esta ermita… Esta iglesia no tiene cúpula, sin embargo parece que su interior es interesante, a juzgar por los pequeños rosetones laterales que se aprecian desde afuera.
Orlando José Cogollo Torres es el burgomaestre hasta el 2015. Arjona tiene en total 60 mil habitantes, de los cuales 47 mil viven en el pueblo y los 13 mil restantes habitan los campos.
El parque central está bien cuidado y es agradable. Tiene la particularidad que, la plaza principal continúa detrás de la iglesia parroquial, de tal manera que el templo queda como en mitad de la plaza.
Al otro lado del parque está el edificio de dos plantas que sirve de sede a la Alcaldía Municipal. Es una edificación moderna y bien decorada la entrada, con jardín tropical y flores. Al frente se ubica la estatua del Libertador Simón Bolívar.
La bandera de Colombia flamea en un asta y en la otra, el pabellón insignia del municipio. Unos pasos más adelante, bajo una palma, está la escultura del maestro Mario García Martínez: un enorme acordeón que también decora el espacio público.
Por el oriente se aprecian en cada esquina del parque, dos fuentes de agua, sostenidas cada una por tres atlantes inclinados. Un curazao florecido decora el ante jardín de este lado, en donde hay varios locales comerciales.
En la Panadería Rico Pan recargo líquidos mientras espero el bus para Cartagena, que pasa por el parque principal, cada diez minutos.
Quiero llegar temprano para conseguir hotel de día. No es lo mismo buscar hospedaje en la noche, cuando pueden abusar de la necesidad del viajero. El cupo hasta Cartagena cuesta solo dos mil pesos, para media hora de camino.
La mayoría de los pasajeros no van hasta el Terminal Terrestre, sino que se quedan en el sitio llamado ‘la Cervecería’, en donde toman otro bus, generalmente para la India Catalina o Bocagrande.
Cerca del parque arjonero se ven casas lujosas, como de los ricos del pueblo, generalmente decoradas con columnas griegas o apliques en yeso. También hay algunas casas de paja, cuidadosamente conservadas por sus dueños.
No está mal el casco urbano de Arjona, se aprecia acogedor, incluso a esta hora del medio día cuando, un sol canicular calienta el ambiente.
De pronto llega a la panadería en una bicitaxi, una viejita hermosa con la cara y el cuello cubiertos de polvo. Cuando pasa deja una estela de olor delicioso, a talco recién echado. Ese aroma me recuerda a mi mamá quien también acostumbraba echarse talco en el rostro, antes de salir para la iglesia.
Muy bonito municipio, cómodo y tranquilo. Espero que lo sigan conservando así.
Yo nací en Arjona Bolívar, y de joven me vine para el interior del país, mi pueblo lo quiero muchísimo porque alli esta toda mi familia, Amigos, conocidos, además es un pueblo muy tranquilo toda su gentes son personas muy amables y cariñosa. Les recomiendo que visiten a mi pueblo.
Así que a seguir el consejo de Josefina. Saludos.