Anzá (Antioquia).

Domingo 15 de octubre de 2016

Estando en Santafé de Antioquia, bajé al Terminal de Transportes. ¿Para dónde cojo? Sé que voy para algún municipio cercano, pero depende de las oportunidades que se presenten por cuál me decido.

SF
Templo de San Francisco en Anzá.

Inicialmente la idea era ir a Horizontes, vía Sopetrán y bajar a Medellín por Belmira, pero en esas apareció el bus de Frontino con puesto, lo descarté por lejos. Por último decidí viajar a Anzá en vista que no había transporte para Sopetrán.

Así que tomé un bus que salía hacia Medellín y bajé al puente de El Paso.

CC
Casa Consistorial del Municipio.

En el puente sobre el río Tonusco, un señor me preguntó por la vía para Caicedo. Iba en una moto grande. Le propuse irme con él y aceptó de buena gana, como que prefería ir acompañado.

Pero a los tres kilómetros escuchamos un sonido de fuga de aire: se empezó a desinflar la llanta trasera. Qué vaina.

Con las últimas libras de aire, el hombre decidió devolverse para El Paso en donde encontrará quién le repare el neumático.

TC
Leyendo la prensa en taburete.

Seguí caminando a pie. En esas vi cuando cuatro chicas que iban en ciclas de carreras, escoltadas atrás por un auto Mercedez, se detuvieron pues una de ellas estaba pálida, a punto de marearse y caer sin sentido. Les sugerí que le levantaran las piernas y le soplaran el rostro con algún cartón.

Al auto al cual le puse la mano se detuvo adelante, corrí a subirme. Un señor que  va para la cantera que hay cuatro kilómetros adelante, me llevó hasta ese sitio.

Bueno, ahí voy poco a poco.

BA
Baldosa antigua de original diseño.

Me disponía a echar dedo cuando una moto-ratona que iba para Anzá paró al momento. Quedamos que me llevaría por $4.000 hasta el parque. Al final le di mil pesos más, pues el hombre fue muy amable.

Ya en Anzá, lo primero fue probar las empanadas que en el parque principal vende Libia, una señora joven. La misma señora dijo, cuando admiré los gallos impresos en el mantel plástico, que todo el mundo admiraba su gallo. Qué risa!

EL
Muy ricas las empanadas que prepara Libia.

Y es que sí, son muy bellas esas aves de cresta roja. Y muy ricas las empanadas con papa y carne molida a solo $700 la unidad.

Casualmente apareció otro gallo, saraviado y de pelea, que tenía un campesino en el parque. Este sirve como portada, así que le tomé la foto.

Anduve un poco por la calle que sale hacia el norte. Es una bajada pendiente donde hay varias casas con techo de paja.

RC
Atardecer sobre el río Cauca cerca a Anzá.

Desde las escalas de una vivienda enfoqué hacia las montañas tan hermosas que se ven verdes, luego de las lluvias recientes. Estas tierras por acá son un encanto.

Apareció un señor inválido en un carrito de cuatro ruedas muy rudimentario, pero del cual se siente orgulloso ya que lo fabricó él mismo.

VL
Vendedor de limones en carro hecho por él.

Acá viven en total  7.500 anzareños, de los cuales 1.200 residen en el casco urbano y el resto: 6.300 habitan en los campos.

Como se ve, se trata de un pueblo pequeño pero de aspecto agradable. La plaza es chiquita y la iglesia de San Francisco muy bella. De aspecto colonial tiene una espadaña beige, en el interior un retablo antiguo en madera y en el piso una baldosa de diseño vistoso.

TP
Interior del templo parroquial de Anzá.

El parque principal es acogedor, tiene cuatro almendros, varias palmeras y algunos otros arbustos que dan sombra suficiente.

A continuación subí un poco hacia el occidente por la salida para Güintar. Por allí está el taller de María Valduré una señora amable con la cual estuve conversando.

Fotografié a la modista en medio de ropa colgada y fabricada por ella, con telas de muchos colores y variados diseños. A María le hacen guardia la máquina de coser, la fileteadora y los conos de hijos con los colores básicos.

Valduré me contó que tiene dos hijos, una chica que estudia enfermería y Oscar  Martínez, un señor que se prepara para ser sacerdote en África. El hombre fue alcalde de Anzá durante los años difíciles de la violencia guerrillera.

TM
Valduré en su taller de modistería.

En el 2002 siendo alcalde le tocó despachar desde Medellín y viajar en transporte público para huir de los guerrilleros que lo tenían amenazado. Qué años tan difíciles fueron esos…

Valduré labora en un local con excelente ventilación y ubicación estratégica en el centro de Anzá. Trabaja mucho cosiendo o reparando uniformes o haciendo reformas a los blue jeans que, siendo de bota ancha, los jóvenes los ponen a la moda con bota de tubo.

Por Valduré supe que las veredas que quedan en la parte de arriba de Anzá son muy bellas, especialmente La Mata, por la cual se llega a la carretera que va hacia Caicedo.

PEB
Parque Educativo Bicentenario.

Caminé hacia el sur, por donde está la cancha de futbol, el Colegio, el Parque Educativo Bicentenario, la Piscina Municipal y algunos barrios. A pesar de ser tan pequeño, Anzá tiene de todo.

Estuve en la Piscina Municipal escuchando música y viendo algunos chicos que se bañaban. Acá en Anzá como que hay mucha juventud.

Los muchachos de más edad tomaban cerveza y escuchaban música a buen volumen, a veces vallenatos de la vieja guardia.

SE
Ingreso al Sendero Ecológico.

Fui a conocer el Sendero Ecológico. Muy bello, empedrado en parte, con avisos viejos tipo vintage y rodeado de bosque fresco. Debe ser muy agradable caminar por allí. Al comienzo hay un kiosco con bancas cómodas y de bonita forja.

Me desvié apenas ví un camino que salía. Y fue muy acertado porque sube un poco y luego va en travesía por sobre la piscina y la cancha de fútbol para desembocar en el colegio de secundaria.

PM
Piscina Municipal con el pueblo al fondo.

La vista del pueblo desde esa altura es preciosa.

Y lo mejor: la parte de camino de herradura donde el sendero se profundiza por entre taludes cortos y una floresta muy bella en los alrededores. Me encantó venir por esa zona tan hermosa. Me estaba emocionando.

Un muchacho que pasaba en su Pulsar, lo más de fácil me subió hasta la plaza sin cobrarme. Por acá lo que más se ve son motos Pulsar de las nuevas de 200 c. c. Como algunas calles son tan pendientes, es obligado tener motos potentes.

En busca de una buena panorámica, Robinson me subió en su moto hasta la Planta. Ahí en seguida hay una pequeña manga desde la cual la vista del pueblo es extraordinaria, con el templo de frente y luz favorable en horas de la tarde.

VP
Vista panorámica desde la planta.

Al comenzar la subida de media cuadra, había un bastón que alguien dejó para mí, así como yo lo dejé para el próximo que lo requiera.

El mismo Robinson me bajó hasta la carretera troncal donde me esperaba un bus grande de Rápido Ochoa procedente de Ciudad Bolívar.

Como hay un derrumbe grande cerca de Amagá, muchas de las rutas hacia el suroeste antioqueño están tomando esta vía que está en mejores condiciones que la de Fredonia a Puente Iglesias.

AT
En el atrio del templo.

Me contó Robinson que hace poco la bajada pendiente que va hacia la troncal estuvo engalanada con flores de guayacán de los arbustos sembrados a lado y lado del ramal. Debió verse muy bella esa entrada a Anzá.

Qué bueno que hubo personas que sembraron esos árboles de flores amarillas. Y sí, ahora se ven llenos de vainas que luego dejarán caer semillas con alas, esas membranas transparentes que el viento arrastra para sembrar la especie a varios metros del árbol madre.

Qué bella es la naturaleza.

El bus en el que viajé hasta El Paso Real, tiene excelente amortiguación. Un carro grande que se balancea como una lancha sobre el mar tranquilo.

La alcaldesa de Amagá hasta el 2019 es la señora Alexandra Sánchez.

Germán Vallejo

En este Blog publico relatos de mis viajes por Colombia y Antioquia. Desde el 2004 he realizado viajes, casi siempre solo, con pocos recursos y en transporte público. Estoy convencido que en un día soleado todo se ve más bonito, por lo que prefiero viajarenverano. Bienvenidos.

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