Altamira (Huila).
Al sur del departamento del Huila se encuentra Altamira, un municipio de planicie, cuyo nombre no corresponde con la topografía del pueblo.
Su homónimo en Antioquia, por ejemplo, es un corregimiento de ladera con excepcional vista sobre el valle del río Cauca.
A tan solo mil metros sobre el nivel del mar, el clima de Altamira es cálido y el casco urbano se recuesta sobre las estribaciones de la cordillera oriental, al margen oriental del río Magdalena.
Pocos jóvenes.
Vine a este municipio desde Garzón. Después de pasar el río Suaza, se observa La Jagua, el pueblo de las brujas.
De calles amplias y planas y algunas vías empedradas Altamira es un pueblo tranquilo y más bien solo al medio día. En el casco urbano saludo sobre todo a personas de la tercera edad.
La mayoría de las casas tienen en la parte trasera solares sombríos. Las copas de los árboles rebasan los techos en teja de barro de casi todas las residencias.
La plaza central abierta sirve de horizonte a la iglesia parroquial.
El parque Altamirano, como casi todos los del Huila, permanece decorado con árboles sombríos.
La iglesia parroquial, moderna y de torre cuadrada, no tiene mayor encanto.
Caimos maduros.
Para aliviar la sed, compro un caimo, de los que vende un lugareño en el parque. Esta fruta es muy canchosa. Cuando la comía en Santa Fe de Antioquia, el color de la corteza era morado, pero los caimos altamiranos son amarillos, a primera vista parecen naranjas.
Tuve que pedir agua y jabón en una casa, para quitar esa sustancia viscosa de las manos, que apenas si salió algo.
Las famosas achiras.
Aquí se producen los famosos bizcochitos y achiras huilenses; en varias viviendas elaboran esa delicia de panadería que ha dado a conocer al pueblo opita en muchas latitudes.
Alcaldes de Altamira han sido: 2016-2019 Yesid Rodríguez Tovar y hasta el 2023 es el señor Efraín Calderón Londoño.
Acá habitan en total 3.500 altamireños, 2.500 en el pueblo y 1.000 en las veredas.
Fecha de la visita: Lunes 7 de abril de 2014.