Alpujarra (Tolima).
Al sur oriente del departamento del Tolima, Alpujarra se relaciona más con Huila y Neiva que con el departamento del Tolima.
Los 185 kilómetros que lo separan de Ibagué dificultan los lazos comerciales, que se tienen mejor con Neiva, a solo 72 kilómetros, por la vía de Baraya.
A partir del antiguo puente colgante sobre el río Cabrera, que marca el límite entre los dos departamentos, comienza el ascenso suave hasta Alpujarra.
Espacios amplios
El ingreso al centro urbano es a través de una avenida amplia con árboles en el separador.
Algunas casas de Alpujarra tienen frente muy amplio, con techo de lámina oxidada y casi todas bien presentadas.
Ya en el parque observo las ceibas y palmeras que decoran la plaza.
Alpujarra se ve bien. Es un pueblo casi plano, de poco comercio y con tres o cinco vivientes en la plaza. Un par de ceibas abrazan con sus ramas la mitad del parque central.
Un grano de café gigante con algunas figuras en alto relieve decora el centro del parque.
Piña y cítricos son otros de los productos que se cultivan acá. La iglesia parroquial, de una sola torre y de estilo barroco, le da un encanto especial al pueblo.
En la esquina de abajo, frente al moderno edificio de la Alcaldía, está ‘La Casa de las Columnas’, una residencia antigua con fustes redondos en el corredor frontal.
Torre emblemática
En un restaurante detrás de la iglesia pido permiso para subir a la terraza y desde allí fotografiar la torre eclesial contra la cual pegan ahora los primeros rayos del sol.
El señor del restaurante me cuenta que hace 60 años hubo un temblor de tierra tan fuerte que por poco tumba la garita. Pero un habitante del pueblo se empeñó en no dejarla acabar y propuso más bien reforzarla con láminas de acero.
‘Al primero que se suba a tumbar la torre, lo bajo de un tiro. Y si usted señor cura insiste en tumbarla, también le doy su balazo’.
Tan decidido y acertado estuvo el hombre que hasta el sol de hoy, la torre sigue en pie y decora muy bien el pueblo.
En la alcaldía donde estuve saludando a los funcionarios, me entero que alrededor del pueblo hay algunas haciendas antiguas que han habilitado para hospedaje de turistas. ‘La Alpujarrita’, una de las fincas, tiene capilla. Otras haciendas turísticas son La Pradera y San Pedro.
A pesar de las planicies, este es un pueblo con riqueza hídrica que ofrece a los turistas variados sitios para disfrutar del agua.
Como el balneario Las Cuevas o las aguas azufradas de la vereda Los Medios. Para los más arriesgados la opción es hacer rafting por las tormentosas aguas del río Cabrera.
Desde el mirador de San Agustín se obtiene una panorámica completa del casco urbano de Alpujarra, aunque la iglesia no se observa de frente.
Clima delicioso.
Pues sí que vale la pena venir a Alpujarra. Ahora ventea muy rico, las calles son amplias y algunas tienen separador. Eso sí, el movimiento comercial de este poblado tolimense, es reducido.
Hasta cuando miré el video de la Administración Municipal fue cuando me dí cuenta que cerca del pueblo hay aeropuerto con pista pavimentada.
En Alpujarra habitan en total 5.000 alpujarreños, 3.000 en el pueblo y 2.000 en las veredas.
El alcalde de Alpujarra hasta el 2019 fue Alexander Díaz Martínez. Y hasta el 2023 el señor Albeiro Trujillo Castro.
Martes 6 de junio de 2017