Almaguer (Cauca).
Desde Bolívar (Cauca) hasta Guayacanes, como se llama el cruce para Almaguer, nos gastamos dos horas y cuarto.
El viaje fue en una camioneta Nissan cuatro puertas, en el puesto de privilegio. Muy entretenido el recorrido, conversando con el conductor amable y joven y el resto de los pasajeros muy expresivos, cosa rara entre los caucanos.
Pasamos por La Herradura, corregimiento grande de Almaguer, con capilla y pintura en homenaje al cultivo de la caña de azúcar, principal producto de la región.
No sabía yo que en estos departamentos de frontera, la gasolina tiene un subsidio de $3.000 por galón. Es por eso por lo que en muchas casas campesinas ofrecen venta de combustible a precios competitivos que de todas maneras les dejan ganancias incluso después de pagar el transporte.
Mirador excepcional.
Antes de llegar a Almaguer se distingue muy bien ‘El Mirador’, una estructura en madera, de buen diseño y desde la cual la vista es casi infinita.
Me cuentan que desde allí se observan muy bien los cerros del valle del río Patía. Hacia el otro lado la vista panorámica del casco urbano de Almaguer es la mejor.
Quise subir hasta el Mirador, pero el jefe de la Policía no autorizó la subida por el riesgo que se corre debido a que la estructura en madera está en mal estado. Bueno, entendible.
Templo parroquial.
La patrona de Almaguer es la Virgen de los Milagros, cuya imagen se venera en el altar principal de la iglesia. El retablo central con apliques dorados es lo más bello en el interior del templo. Y los vitrales, de finos acabados.
Llegué hasta la plaza de Almaguer, a un lado de la iglesia en honor de la Virgen de los Milagros.
Por $20.000 arrendé la última habitación con baño privado que quedaba, en el segundo piso y con balcón a la plaza, del hospedaje en la casa donde está la oficina de transportes.
Me sentí orgulloso de tener balcón privado, mientras no sabía que por ahí entraba un frío tremendo que helaba hasta los huesos.
‘El Muñeco’, otra particularidad:
Algunos lugareños recomendaron subir hasta ‘el muñeco’, una escultura de buen diseño que colocaron en el barrio alto ubicado al oriente. Y sí, muy buena la vista desde el sitio y excelente idea haber colocado allí esa obra de arte.
Tanto el motociclista que me subió como el muchacho con el cual bajé de nuevo a la plaza, no me quisieron cobrar. Eh, qué tan amables.
Sol de los venados.
La Alcaldía de Almaguer no es nada aparente por fuera, pero su interior sí es agradable y ventilado.
Por la zona, entre La Vega y San Sebastián, está el Valle de las Papas, donde nacen los ríos más caudalosos de Colombia: Patía, Caquetá, Cauca y Magdalena. En la parte alta del Páramo por el cual pasamos ayer, se encuentra el Valle de las Papas.
De un momento a otro se iluminó el pueblo con rayos fuertes y de coloración amarilla que hacen ver las edificaciones con un toque ámbar exquisito.
Aproveché esta bendición celestial para tomar buena fotos del templo parroquial, la notaría y el centro de Almaguer.
La iglesia de San Francisco, de torre cuadrada, se ubica a la entrada del pueblo. Y el parque del mismo nombre al frente. Dicen que esa ermita fue construida sobre cuatro pilares de oro.
Me gusta Almaguer, qué bueno que alcancé a tomar fotos con luz solar. Eso sí, hace mucho frío y ventea a rabiar.
La cena fue en la panadería del parque, un caldo de pollo riquísimo acompañado con patacones acabados de freír por solo $2.000.
En Almaguer hay poco comercio y las calles son más bien inclinadas.
En el extremo oriental hay un cerro en donde se podría ubicar otro mirador para observar el pueblo por la mañana, con otro ‘muñeco’ como atracción turística. Así se lo sugerí al Director de Educación y al secretario del Concejo Municipal.
No dormí bien esta vez, por más que tapé las hendijas de la puerta del balcón y la de atrás, la temperatura tan baja y el viento que entraba por cualquier hueco, convirtió la habitación en una nevera.
Al día siguiente.
Hoy en Almaguer amaneció el firmamento sin nubes. Y claro la luz solar iluminando todas las calles.
A las seis de la mañana abordé el transporte que me llevará hasta Guachicono, el cruce para el municipio de Sucre.
Después de dejar Almaguer, comienza a verse el cerro Lerma muy cerca y en predios de la vereda del mismo nombre. Ese cerro pertenece al municipio de Bolívar.
A las ocho de la mañana tuvimos una detención de quince minutos mientras salía un camión mediano del atolladero. Se había metido tan dentro del barro, que tuvieron que bajar toda la carga y volverla a colocar en la carrocería una vez quedaron libres las llantas traseras.
Nosotros fuimos los menos castigados, había una camioneta que estaba allí desde las seis de la mañana cuando ocurrió el incidente.
Auxilio de los mareados.
Durante el viaje me convertí en auxiliador de los mareados. Al bus se le acabaron las bolsas, pero a mí no me faltan en el morral y los bolsillos. También servilletas y agua en las botellas que coloco en las bolsas laterales del morral. Y no solo eso, llevo conmigo limones que corto fácil con el bisturí, la otra herramienta que no falta en los viajes para auxiliar a los mareados.
En el mapa la distancia entre la carretera Panamericana y Almaguer se ve muy corta, pero en la realidad dura casi cuatro horas recorrerla. Desde Almaguer hasta Palmitas, la entrada a Bolívar, son tres horas.
La vía que va hasta Sucre, desviándose en Guachicono, esa sí tiene pavimento. De Guachicono a El Bordo son solamente 15 minutos de viaje.
Interesante conversación.
En Palmitas se subió al bus una psicóloga que se sentó cerca al parabrisas y en la silla izquierda, al lado del conductor, donde yo venía. Le puse conversación y resultó una muchacha interesante.
Conversamos acerca del homosexualismo, una tendencia restringida antes y que ahora se ha vuelto tan cotidiana. A veces es congénito, pero otras veces la homosexualidad es una conducta aprendida. La chica hizo su tesis sobre ese grupo de personas.
En su estudio concluyó que en general las mujeres se vuelven lesbianas debido a una violación o por maltrato sufrido del papá o algún otro hombre. En cambio los gays llegan a tal situación casi siempre después de una violación o por timidez al creerse incapaces de conquistar a una mujer.
Al fin a las 9:30 de la mañana y después de haber salido de Almaguer a las seis, llegamos a Guachicono.
Alcaldes de Almaguer han sido: 2016-2019 Darío Albeiro Galíndez; 2020-2023 Inti Wayna Chicangana; 2024-2027 Adrián Pabón Luna.
Acá habitan en total 20.000 almaguereños, 2.000 en el pueblo y 18.000 en las veredas.
Fecha de la visita: Jueves 13 de julio de 2017.