35 Festival de la Cumbia – El Banco (Magdalena) 1/2

50 años de ‘La Piragua’

Cada año en el mes de agosto, se celebra en El Banco (Magdalena) el Festival Nacional de la Cumbia en honor a su hijo ilustre: José Benito Barros Palomino, compositor de ‘La Piragua’, canción que en este 2019 cumple 50 años.

Así que a El Banco se le conoce como la ‘Ciudad Imperio de la Cumbia’.

Hoy viernes 16 de agosto se abrió el 35 Festival con la Alborada que recorrió las calles, desde el Monumento a la Cumbia hasta el busto de José Benito Barros Palomino, en  la Plazoleta de la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria.

Feria Regional Artesanal

También hoy se inaugura la Feria Artesanal y comienzan las eliminatorias de los diferentes concursos.

Antes de llegar al sitio conversé con el señor Efraín Corredor, un jubilado que se ha dedicado a hacer representaciones de ‘La Piragua’ con Guillermo Cubillos en la proa y el temible Pedro Albundia en la popa.

Ya ve, no está mal la embarcación y qué bueno que haya personas que dediquen su tiempo a conservar la tradición.

Imperialato Nacional

En la Plazoleta del SENA se presentan los concursantes: compositores y bailarines,  ante el jurado calificador.

En la mañana tuvo lugar la primera Ronda de Candidatas aspirantes al XXIII Imperialato Nacional de la Cumbia.

Y en la Casa de Eventos Cajamag será el almuerzo de bienvenida a las candidatas aspirantes al Título de Emperatriz Nacional de la Cumbia.

Desde ya se nota alguna desorganización en los eventos del Festival de la Cumbia. No se cumplen los horarios, algunos jurados no llegan a tiempo y a la gente le toca esperar pacientemente.

Algunos muchachos aprovechan la concurrencia para ofrecer los famosos dulces llamados Yumbeles: unos encantadores pirulíes de panela y coco.

Concurso por parejas

Fotografío las parejas de niños y adultos que se presentan ante el jurado con los trajes típicos de nuestro ritmo autóctono. Vestidos de boleros amplios para las niñas y pantalón y camisa blanca, pañoleta roja y el tradicional sombrero de caña para los jóvenes.

Apenas termina la música, los pelaos pasan a la mesa a hacer una venia ante los jurados.

Más tarde son los adultos quienes danzan ante la mesa principal, con pasos cadenciosos y movimientos rítmicos en las caderas.

A veces la brisa apaga las velas o la cera ardiente quema la piel de los bailarines, pero eso no es motivo para no llevar el ritmo o perder de vista al parejo.