Tumaco (Nariño).
Lunes 1° de enero de 2018
Fin de año especial.
Este año pasé un 31 de diciembre muy particular: en Llorente, el corregimiento de Tumaco a donde llegué anoche. Una familia me invitó a pasar con ellos el año nuevo, y ya ve que fue algo interesante y novedoso.
Llorente es un poblado grande, situado una hora antes de llegar a Tumaco viniendo de Pasto. Se caracteriza por su intenso movimiento comercial y una vía central que se mantiene congestionada con tanta corriente de vehículos. Podría ser municipio sin ninguna duda, pero aún así se mantiene como inspección de policía, dependiendo de la cabecera que es Tumaco.
A las nueve de la mañana salí de Llorente en un auto colectivo hacia Tumaco, para un viaje de 66 kilómetros que se recorren en 50 minutos por carretera plana, de muchas rectas y sin curvas.
Los cultivos que prevalecen son palma africana, cacao y algo de teca, sobre todo en los cercos de los potreros. Más adentro hay miles de hectáreas sembradas con coca.
Mejor de lo que esperaba.
Lo que me llama la atención al llegar a Tumaco son sus calles adoquinadas, no con asfalto, quizá debido a la humedad permanente del terreno. Y las calles no son en cuadrícula, sino más bien curvas y con algunas ‘Y’ en las esquinas.
La mayoría de las edificaciones son de tres y hasta cinco plantas, ya que la isla sobre la cual está construido el centro urbano, ya se atestó de viviendas.
Hay semáforos en casi todas las esquinas, pero quizá por ser festivo este primero de enero, poco se respetan, sobre todo por parte de los motociclistas.
El auto me dejó en el Parque Nariño en donde está la iglesia con muchos calados que favorecen la aireación del interior. Lo que se ve dentro es una decoración navideña con muchas luces y como en un gran desorden.
En el parque del frente se observa el busto del general Antonio Nariño.
Desayuno con café y huevos pericos en la Panadería Paisa. No es fácil conseguir bebidas calientes en el puerto, los tumaqueños generalmente desayunan con gaseosas frías.
En principio no me ha parecido tan revoltoso Tumaco, claro está que hoy primero de enero es un día excepcional, todo el mundo está dormido o enguayabado y muy pocos tienen que trabajar. Fuera de que la mayoría de los comercios están cerrados.
Playa de ‘El Morro’.
Me recomendaron visitar ‘El Morro’, la playa más popular de Tumaco, llamada así porque al frente hay un cerro puntudo muy destacado.
Por $2.000 una buseta me llevó hasta la playa. Para venir a ‘El Morro’, hay que pasar un puente que une dos islas.
En ese paso construyeron una especie de malecón agradable con sombrillas y bancos, y al empezar el puente se observa el restaurante más cotizado y costoso de Tumaco, para comer mariscos y pescado.
El comedor se soporta sobre pilotes incrustados en el fondo del agua, lo que lo hace ver más atractivo. Tiene una vista muy agradable sobre el mar y la avenida que une a la ciudad con ‘El Morro’.
Caminando por la playa con vista a ‘El Morro’, tomé fotos a niños que jugaban con la arena o los jóvenes que sorteaban las olas sobre el ‘gusano’ arrastrado por una lancha.
Hay mucha gente hoy acá, subí a un pequeño cerro por donde se va a ‘La Portada’, una cavidad hermosa cerca a la playa.
Pensé ir caminando hasta allá pero para llegar había que sortear varios obstáculos en los cuales me podía caer, así que mejor la veré en fotos.
O en la realidad, pues en esas me ofrecieron dar la vuelta a la isla en lancha por $15.000 y durante 35 minutos, así que desde el bote pude fotografiar ‘La Portada’ una formación natural que de verdad vale la pena admirar.
Tumaco: pueblo insular.
Muy agradable ese paseo que comienza por la derecha y termina por la izquierda de la playa donde me encontraba.
Durante la vuelta a la isla, el barquero nos señalaba los principales puntos de la playa: la cara humana que se esculpió de manera natural en un cerro y el estero: esa parte de la playa que se inunda con la marea alta pero que ahora muestra las raíces altas de los arbustos que la pueblan.
También detallamos la base naval; las viviendas en zancos cerca al mar; el astillero donde se construyen lanchas como esta, en fibra de vidrio; la punta donde se ubica Salahonda o Francisco Pizarro y de nuevo ‘El Morro’, al cual regresamos por el otro lado.
Al regresar ya había bastantes bañistas disfrutando de las aguas tibias del océano.
Y es que Tumaco no es un territorio continental, sino que está formado por tres islas: la primera sería el territorio donde ahora me encuentro, llamado ‘El Morro’, la otra donde se levantan las edificaciones del casco urbano y la tercera donde se ubica el aeropuerto.
Y otra isla importante a media hora de Tumaco en lancha, ya sea por mar abierto o por entre manglares, es Bocagrande. La playa allí es muy agradable y hay buenos hoteles donde alojarse.
Si alguna vez escucha la canción ‘Noches de Bocagrande’ bellamente interpretada por el Trío Martino, no crea que se refiere al sector turístico de Cartagena. No, el nariñense Faustino Arias compuso esa canción a Bocagrande, refiriéndose a la playa cercana a Tumaco. Aquí está esa bella melodía.
El de ‘Noches de Bocagrande’ es un caso parecido al del porro compuesto por José Benito Barros titulado: ‘Palmira señorial’. Con esa melodía, el compositor de El Banco le rinde homenaje a una palmireña, no del Valle del Cauca, sino de un pequeño poblado del departamento del Magdalena.
Tour citadino en moto.
Bueno, ahora sí vuelvo al centro de Tumaco en una moto taxi que no solo me llevó al lugar donde quería estar, sino que me pasó por la catedral, de estilo moderno y muy amplia, el parque que hay al frente y algunos comercios.
Desde la moto tomé algunas fotos de las calles solitarias y las esquinas más comerciales.
De nuevo en el centro de Tumaco, abordé por $8.000 una buseta Nissan para regresar a Llorente.
Tuve suerte que para completar el cupo la buseta dio algunas vueltas por el centro, que aproveché para tomar nuevas fotos al colegio Santa Teresita y otros sitios de interés.
A las 12:30 salimos por fin, luego de pasar el otro puente: el que une la ciudad con la zona donde está el aeropuerto.
Acá habitan en total 160.000 tumaqueños, 85.000 en el pueblo y 75.000 en los campos.
El alcalde de Tumaco hasta el 2019 es el señor Julio César Rivera.
me encanto
Ah qué bueno, Saludos Juanda.